El objetivo primordial de la Educación Infantil es estimular el desarrollo de todas las capacidades personales, tanto físicas como
psíquicas (afectivas, intelectuales, emocionales, sociales, etc.) del alumno para que desarrolle todas sus potencialidades facilitándole que se adapte al ambiente escolar y se sienta
feliz.
La etapa de Educación Infantil tiene también como finalidad la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social, cognitivo y
artístico de los niños.
Especialmente en el segundo ciclo de la Educación Infantil, hay que desarrollar progresivamente las habilidades necesarias para el
aprendizaje de la lectura, la escritura, la representación numérica y el cálculo con el fin de incrementar las capacidades intelectuales de los alumnos/as y de prepararlos para cursar con
aprovechamiento la Educación Primaria.
La Educación Infantil deberá contribuir a desarrollar en los niños/as siguientes capacidades:
- Conocer su propio cuerpo y el de los otros, así como sus posibilidades de acción, y
aprender a respetar las diferencias. Adquirir una imagen ajustada de sí mismos.
- Observar y explorar su entorno familiar, natural y social.
- Iniciarse en el conocimiento de las ciencias.
- Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales.
- Desarrollar capacidades relacionadas con emociones y afectos.
- Relacionarse con los demás en igualdad y adquirir pautas de convivencia y de
relación, así como aprender a ponerse en el lugar del otro y la resolución de conflictos, evitando cualquier tipo de violencia.
- Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de
expresión.
- Aproximarse e iniciar el aprendizaje de una lengua extranjera.
- Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectura y la escritura, y en
el movimiento, el gesto y el ritmo.
- Promover y desarrollar las normas sociales que fomentan la igualdad entre hombres y
mujeres.